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27/2/11
CIENCIA, SABERES, EMPLEO y RURALIDAD, EN EL PND 2010-2114
Por Gonzalo Duque-Escobar
Parece necesario entrar al Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014, de un lado para darle prioridad a tres áreas fundamentales, como son la educación y la cultura mirando directamente el problema del desempleo, y la infraestructura como factor de competitividad y asunto que finalmente desemboca en más o en menos empleo; también para ajustar la coherencia de algunas políticas e instrumentos necesarios para la ruralidad del país, y adicionalmente para fortalecer específicamente el papel de la educación superior en los temas fundamentales y estratégicos del desarrollo rural, relacionados con el medio ambiente, la ciencia, la tecnología y la cultura, y buscando a su vez que en los instrumento de planificación de aquellas instituciones académicas con masa crítica y mejores condiciones, se incluyan las correspondientes líneas de investigación que se señalen como prioridades para el desarrollo de las comunidades rurales y de artesanos, y que se ocupen de los saberes, tema extraño para ellas, y no solamente de la ciencia y la tecnología de lo que tanto conocen.
En educación y cultura porque sin avanzar en el nivel de educación para llevar a los educandos más allá de la básica y entrar a la formación tecnológica y profesional en los medios urbanos, y sin resolver la brecha de productividad e impulsar el desarrollo de bienes y servicios culturales para las comunidades rurales y de artesanos, no se resuelve el problema del desempleo; al respecto, el nivel de escolaridad en las zonas urbanas de Colombia es de 10 años y en las rurales de tan solo 4 años. Y porque si bien la reconversión del obsoleto sector productivo significa sustituir procesos intensivos en mano de obra por otros intensivos en tecnología para la industria, y entrar al campo de los producción rural y artesanal con identidad cultural que son otra cosa, entonces el empleo se generará a partir de las Pymes y particularmente en el desarrollo del sector terciario. Y el asunto de la infraestructura porque con la existente, la economía del país no puede crecer: al respecto basta señalar que el BID en el estudio Destrabando las Arterias, donde recomienda hacer eficiente el transporte para favorecer el comercio de América Latina y el Caribe, estima que una reducción del 10% en los costos de los fletes elevaría el nivel de las exportaciones en un 30%. Si esto es para el sector industrial, qué se podría decir de las zonas rurales.
Y en los asuntos del conocimientos donde entra la academia, para centrar los esfuerzos de nuestras universidades de excelencia que son las pocas instituciones de educación superior que en virtud de su modernización y estándares de calidad pueden aplicarse con eficiencia en investigación e innovación gracias a su mejor arsenal técnico-científico, de conformidad con lo que se advierte en la producción científica suministrada por Colciencias, a modo de justificación podría decirse que dadas las problemáticas ambientales y sociales de Colombia y sus potencialidades que se relacionan con la cultura y el medio natural, las políticas de investigación en el PND Prosperidad para Todos, deben priorizar y garantizar, una actividad primero que todo de alta proyección nacional donde los saberes entran, y segundo una producción académica internacionalmente competitiva que también exprese nuestra identidad.
Y como quiera que las temáticas señaladas son coherentes con una realidad en la cual la estructura del empleo y de la producción han cambiado para depender cada vez más de competencias intelectuales y desarrollos tecnológicos, digamos que el PND 2010-2014 se propone más empleo y menor pobreza pero sin abordar la cuestión de la C&T como factor determinante en las brechas de productividad y mirando solamente el ámbito industrial y agroindustrial, pero no la producción rural y artesanal; y se ocupa de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, pero debilita presupuestalmente a las universidades públicas que son las más eficientes del sistema; también ofrece un capítulo sobre gestión del riesgo pero en aras de corregir la corrupción desmantela el carácter descentralizado de las CAR sin mirar las problemáticas ambientales asociadas a la brecha de productividad rural y falta de desarrollo de productos de base cultural y producción limpia; y además considera la infraestructura de transporte como locomotora estratégica pero termina concertando sobre la ineficiencia con el gremio transportador y no contempla los necesarios presupuestos para mantener las redes terciarias que soportan el transporte y la movilidad rural como catalizadores de la pobreza.
Desde el OAM, Ed. Circular RAC 600.
http://www.manizales.unal.edu.co/oam_manizales
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Imagen: http://ccarlosartesanias.wordpress.com/