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3/4/11
Logros y retos tras 25 años del Observatorio Vulcanológico de Manizales
Imagen: V.N. del Ruiz. Por Jaime Duque E
Por Gonzalo Duque-Escobar
Cumple 25 años de creado el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales, descifrando y vigilando la actividad volcánica y sísmica de la ecorregión cafetera de Colombia, con el lema “La Ciencia al Servicio de la Comunidad”: felicitaciones y gracias por su admirable labor. En su jurisdicción esta dependencia adscrita al Ingeominas para atender los territorios de Caldas, Quindío, Risaralda, Sur de Antioquia, Norte del Tolima y Norte del Valle del Cauca, responde encomiablemente por los asuntos asociados a la dinámica de la amenaza y evaluación y distribución espacial de los eventos generadores del riesgo de los volcanes del Complejo Volcánico Machín - Cerro Bravo, además de otras obligaciones propias de su misión, sustantivas para el desarrollo de la citada región y particularmente para Manizales como su sede al ser primera depositaria de su legado y beneficiaria del quehacer científico.
Y merece acompañamiento y reconocimiento no solo por lo que significa el esfuerzo del personal científico de esta cara institución que nace el 1 de abril de 1986, sino también por la deuda social que pueden reclamar cuando algunos prestantes miembros que de alguna forma contribuyeron a su desarrollo en el marco de su histórica labor, han perdido su vida en labores de alto riesgo al servicio de la Nación: el montañista Luis Fernando Toro –Bis- y cuatro expertos y pilotos de la FFAA que perecieron en el accidente aéreo de enero de 1986 ocurrido sobre la cima nevada del Ruiz durante el monitoreo de la crisis eruptiva derivada del paroxismo de 1985, o del geoquímico Néstor García Parra al lado de cinco científicos y dos montañistas que el 14 de enero de 1993 resultan inmolados en el cráter del Galeras como consecuencia de un evento sorpresivo cuando adelantaban un muestreo de gases previsto durante un evento internacional de investigación vulcanológica.
Luego del Comité de Estudios Vulcanológicos de la Comunidad caldense conformado desde el Departamento de Geotermia de la CHEC a cargo de Bernardo Salazar Arango, gracias a la propuesta concebida por FICDUCAL bajo la dirección de José Fernando Escobar Escobar y de conformidad con las luces que se reciben de científicos como Hans Jurgen Meyer del OSSO, Bruno Martinelli del Cuerpo Suizo de Socorro, Héctor Capeda de Ingeominas, Minard Hall de UNESCO y Franco Barberi del Italian Civil Protection, entre otros, con la gestión de Pablo Medina Jaramillo y el soporte de Ingeominas surge esta cara institución, primero como la Regional Manizales bajo la Dirección del Geólogo Alberto Núñez Tello, Especialista en Gestión Ambiental y Prevención de Desastres y por entonces Director de la Regional de Ibagué.
Entre los logros del Observatorio Vulcanológico de Manizales, cabe resaltar el impacto científico que se ha logrado al haber consolidado, además de un recurso humano altamente calificado y puesto a prueba, el haber acumulado una notable y valiosa experiencia reconocida a nivel latinoamericano, e implementado el seguimiento de la actividad de los volcanes de Colombia, así: para los volcanes del segmento norte colombiano donde entran además del Ruiz, el Tolima, el Cerro Bravo y el Machín: desde este emblemático Observatorio de Manizales; para el segmento sur donde sobresale el Galeras entre otros volcanes dada la ocupación del Valle de Atrís en el antiguo territorio Quillacinga: desde el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Pasto, y para los volcanes del segmento central donde sobresalen el Huila, el Puracé y el Sotará: desde el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Popayán.
Y ahora cuando El Machín y el Galeras, entre cerca de 16 edificios volcánicos que comportan riesgo en Colombia, se constituyen en los focos merecedores de la mayor atención no solamente por su actividad, clase de amenaza y nivel de riesgo volcánico para el país, sino por su actual estado, habrá que señalar que del reconocimiento a su misión, apoyo a su labor y acatamiento a sus indicaciones, dependerá el desempeño de las personas que allí trabajan, y sobre todo la seguridad de muchos compatriotas como herederos y beneficiarios de su encomiable labor. A diferencia de lo ocurrido en Armero el 13 de noviembre de 1985, gracias a estos vulcanólogos colombianos durante la actividad eruptiva del Volcán Nevado del Huila que permanecía ‘dormido’ por más de 500 años, exitosamente se logró evacuar oportunamente varios miles de personas en riesgo el 18 de abril de 2007 y el 20 de Noviembre de 2008, evitando un desastre por sendas avalanchas que destruyeron puentes, viviendas y caminos de varias comunidades rurales.
Desde el OAM, Ed. Circular 605 RAC
http://www.manizales.unal.edu.co/oam_manizales
Relacionado:
Duque Escobar, Gonzalo (2003) Manual de geología para ingenieros. En: http://www.bdigital.unal.edu.co/1572/