Por Gonzalo Duque-Escobar *
Caldas, urge del desarrollo de una
identidad cultural orientada a la construcción de sinergias territoriales, y de
proyectos de ciencia y tecnología articulados a un modelo educativo profundo,
para cerrar la brecha de productividad entre su capital donde se concentra el
PIB caldense, y la provincia donde pobreza y falta de oportunidades contrastan
con su potencial natural y cultural, aún inexplorado e inutilizado.
Debemos fortalecer y valorar el carácter
heterogéneo de nuestro territorio, que emulando la cosmogonía Aristotélica lo
constituyen cuatro escenarios: por el "elemento tierra" el occidente
minero con sus raíces indígenas y afrodescendientes, cuya historia se remonta a
la provincia del Cauca; por el "elemento agua" el oriente caldense,
que se expresa en el potencial de la navegación del Magdalena y recursos
hidroenergéticos en La Miel y el Samaná; por el "elemento fuego" la
alta cordillera de fértiles tierras, recursos geotérmicos y ecosistemas de
páramos, con sus volcanes de la Mesa de Herveo; y por el "elemento
aire" el aroma del café por los dos corredores de la colonización
antioqueña, establecidos por sendos flancos cordilleranos.
Primero, respecto a la subregión del
"elemento tierra" cuyos referentes culturales fundamentales como la
cultura Umbra y el aporte de comunidades de mineros afrodescendientes a la
caldensidad, parten de la Colonia cuando la Nueva Granada producía el 70% del
oro del mundo y Quiebralomo era la primera mina del orbe, se debería rescatar a
Marmato previniendo el traslado de su cabecera en respuesta a las políticas
mineras, y aprovechar los 9,8 millones de onzas de oro de sus entrañas,
implementando una minería integral con desarrollos artesanales del preciado
metal, en lugar de permitir un enclave minero que arrase el poblado y la
montaña, y desestructure dicho territorio mediante una actividad extractiva sin
valor agregado.
Segundo, en la tierra del "elemento
agua" donde los íconos son la navegación del río, subiendas, ranchos de
hamacas y la Botánica de Mutis, poseemos un potencial energético cercano a dos
millones de kilovatios, cuyas regalías contribuirían a la viabilidad de los
municipios cordilleranos del naciente caldense, y la posibilidad de una reducción
significativa de costos del transporte hacia y desde el Caribe por el
Magdalena, dos factores que harían viables varias industrias químicas de base
minera contempladas en el respectivo plan sectorial de Caldas 2006-2016,
gracias a un trascendental estudio de Gabriel Poveda Ramos que contiene
perfiles de proyectos donde las materias primas provendrían de yacimientos
cercanos de carbón, calizas, sal y arenas silíceas.
Tercero, el ecosistema del "elemento
fuego" en la alta cordillera de feraces suelos y paisajes de nieves y
volcanes, donde los símbolos de la identidad son empalizados, cóndores,
frailejones, la ruana de Marulanda, el sombrero aguadeño y el pasillo; allí la
primacía debe ser cuidar el agua como fuente de vida y el frágil ecosistema de
humedales y páramo, y atender la amenaza volcánica como determinante, pues de
sur a norte aparecen Santa Isabel, Ruiz, Cerro Bravo y Romeral.
Y cuarto, para el "elemento aire"
en la tierra del café, donde el Paisaje Cultural Cafetero realzando el
bahareque de guadua, cultivos diversificados con sombrío y la música de
carrilera, obliga a replantear un modelo de producción soportado en
agroquímicos y monocultivos que expresa en sumo grado el deterioro de los
términos de intercambio, consecuencia de haber reprimarizado la producción,
olvidando la transformación y el comercio del café colombiano.
Al revisar los grandes desafíos de la
época, además de priorizar la formación del capital social sobre el crecimiento
económico, urge recuperar cuencas hidrográficas para preservar agua y
biodiversidad; prevenir el aislamiento de Manizales; conurbar la subregión
Centro Sur con Pereira; gestionar acertadamente proyectos como Aerocafé, Miel
II, la Transversal Cafetera y la navegación del Magdalena; extender las
acciones del Paisaje Cultural Cafetero a Aguadas, Salamina y Manzanares;
desarrollar las TIC y el transporte rural en Caldas; resarcir pueblos
coloniales de secular mísera "sembrados" en oro como Marmato,
Riosucio, Supía y Anserma; desarrollar estrategias para que el Oriente caldense
aproveche el potencial industrial derivado del recurso minero-energético y la
multimodalidad en el puerto doradense, además de desarrollar las opciones
agropecuarias del valle magdalenense, de la alta cordillera y de la zona
cafetera.
* Profesor
Universidad Nacional de Colombia http://galeon.com/cts-economia [Ref: La Patria,
Manizales, 2013-07-08] Imagen: Mosaico con créditos en cada imagen.
Relacionados:
Visión retrospectiva y prospectiva del desarrollo regional. http://www.bdigital.unal.edu.co/2400/
Vías lentas en el corazón del Paisaje Cultural Cafetero, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/5465/
Seis girasoles emblemáticos para la problemática socioambiental de
Caldas, en: http://godues.wordpress.com/2013/06/09/
Salamina patrimonial y emblemática, en: http://godues.wordpress.com/2012/08/20/
Retrospectiva histórica de Marmato, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/5948/
Pobreza y ruralidad cafetera, en: http://godues.wordpress.com/2012/12/24/
El Paisaje Cultural Cafetero, en: http://godues.wordpress.com/2012/08/06//
Eje
Cafetero: fortaleza minero-industrial y posibilidades agropecuarias, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/6656/
El carácter amable, pujante y laborioso del cafetero, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/6731/
Anserma puntal del occidente por sus raíces Umbra, en: http://godues.wordpress.com/2012/10/01/