El acuerdo humanitario en Colombia, es un imperativo ético y constitucional, necesario para preservar y regresar con vida a los secuestrados, e importante para construir la paz en la Patria; no sólo es una expresión jurídica sino y sobre todo, un gesto de humanidad en defensa de la vida.
Por la presencia del narcotráfico y de grupos irregulares militarizados, tanto de la guerrilla subsistente como de las bandas paramilitares, Colombia padece una de las más fuertes disyuntivas que enfrenta la democracia en Latinoamérica, la que se expresa en una guerra interna que se cobra día a día vidas humanas, desestabilización y movilización de personas y pérdidas en bienes públicos y privados.
La sociedad colombiana padece una desconcertante crisis humanitaria: en el país la vida y la libertad han perdido su valor. A los plagios con fines políticos, económicos o militares, se suma la tragedia de los campesinos desplazados por la guerra, de los mutilados por las minas antipersonales, de los desaparecidos forzosos y de las víctimas de las bombas que en asaltos temerarios han arrasado poblaciones marginales del medio rural.
Hagamos valer nuestro derecho a la libertad... Todos nacemos libres y merecemos ser libres...para serlo, no importa la edad, ni la raza, ni el sexo, ni el credo, ni las ideas políticas, ni las condiciones sociales o económicas, o las circunstancias rurales y urbanas...
Que pare la guerra... Que se silencien las armas... Que vengan la paz, los libros, las artes, la tolerancia, las oportunidades, la justicia, el amor, el perdón...
Todos somos colombianos y la patria es de todos y para todos... Estemos donde estemos... Pero siempre libres...
No al terror, no al miedo que siembra la amenaza de perder la vida, la libertad, la dignidad, la paz individual y de la familia... No al secuestro de más colombianos...
No a esa práctica inhumana y cruel... No al dolor de los familiares de los secuestrados y a la miseria de las víctimas del secuestro... Que se creen las condiciones para garantizar la paz y la protección mínima a la ciudadanía.
