Por Gonzalo Duque-Escobar*
Poco conocemos lo que nuestros hijos y alumnos deben saber y saben hacer con lo que aprenden, en ciencias, en matemáticas y en lenguaje. Menos sabemos cuales son los estándares básicos de calidad que deben satisfacerse en la educación básica y el rol fundamental de nosotros como padres de familia o como profesores para ayudarlos a lograrlos y a superarlos.
Consciente de esto, en este gobierno el Ministerio de Educación Nacional, y bajo la premisa de que "Con calidad en la educación, los colombianos podemos ser mejores", se ha propuesto desde hace años una "revolución educativa" en la que toda la sociedad y nosotros tenemos la responsabilidad de transformar el sistema de educación básica y media. Los estándares formulados en este programa nos indican como profesores lo que es pertinente que nuestros estudiantes aprendan, para que conozcan, piensen, analicen y actúen con seguridad: allí en los estándares de matemáticas se señalan tres aspectos que siempre deben estar presentes: • Planteamiento y resolución de problemas. • Razonamiento matemático (formulación, argumentación, demostración), • Comunicación matemática, y Consolidación de la manera de pensar (coherente, clara, precisa); y en los de lenguaje se resalta la necesidad de formar interlocutores, lectores y escritores, enseñando a: • Escuchar, • Leer, • Analizar, y • Expresar ideas y situaciones oralmente y por escrito.
Y como padres de familia, las recomendaciones que se hacen se relacionan con el diálogo, la lectura, la compañía y la vida en familia… Invita esta revolución a hablar con los hijos a todas horas; a leer con ellos desde muy pequeños, a compartirles las revistas, periódicos y todo tipo de lecturas; a que no los abandonemos frente al televisor; a que si tenemos una biblioteca o un museo cercanos, lo visitemos en familia; a leer con atención y a tomar en serio lo que escriben; a llevarlos al mercado y pedirles que ayuden a hacer la lista y las cuentas; a organizar y decidir las vacaciones en familia: buscar el lugar y sacar cuentas; siempre que salgamos de paseo, a ubicarnos con ellos en el lugar y conocer sus atractivos naturales y culturales; a medirlo todo en casa con ellos, dado que las medidas son una excelente herramienta para resolver problemas; a consultar con ellos los fenómenos del entorno: la quebrada, el bosque, la lluvia, el sismo, el Sol y la Luna, y también el mercado, el transporte, la energía, el acueducto… Cuando cocinemos juntos no sólo estamos practicando con ellos el uso y el manejo del lenguaje, sino también estamos ejercitándolos en matemáticas y en ciencias.
(*) Desde el OAM, Ed. Circular RAC 490
www.manizales.unal.edu.co/oam_manizales
