9/4/10

Voto vital



"El poder del elector radica en su voto y sólo depende de él si lo usa bien, o lo usa mal. Donde votamos, influimos": Antanas Mockus.

PIENSA TU VOTO, PIENSA TU VIDA

Y recuerden: Dos meses para pensar, un mes para decidir, y solo un día para votar.


Qué es Voto Vital



Con Voto Vital se busca que la gente dimensione la urgencia de asumir su ciudadanía. Si los actores armados dominan y controlan las alcaldías y las gobernaciones, se deteriora la vida local, la descentralización se desprestigia, los recursos se despilfarran y la corrupción y la violencia cunden. Entonces, hay que lograr votar bien.

Conquistas históricas como el sufragio femenino logrado en los años 50, la apertura política generada por la Reforma Constitucional del 91 y los avances de la descentralización han sido importantes. Pero, especialmente dañina ha sido la aceptación casi generalizada del clientelismo como forma de construir solidaridad y lealtad entre los actores políticos.

Los consensos han dejado de ser resultado de la argumentación, por el “toma y dame” burocrático, y a pesar de las denuncias publicadas en los medios de comunicación y la acción de la justicia, las "mañas" políticas no se han logrado eliminar.
Voto Vital busca que la gente reflexione y se tome el tiempo necesario para decidir por quién votará, pues sólo tiene un día para hacerlo; pasadas las elecciones, tiene cuatro años para participar y exigir (planeación participativa, servicio estatal, atención al ciudadano, rendición de cuentas y seguimiento a las principales promesas de los candidatos).

El lema “Piensa tu voto, piensa tu vida” muestra la responsabilidad enorme que tiene el ciudadano cuando escoge a un gobernante.

Qué rechaza Voto Vital

-Presiones armadas

-Fraudes y suplantaciones

-Trasteos de votantes

-Compra y venta del voto

-Clientelismo

-Votos intimidados

-Voto encuestado

-Voto publicitado

….y toda práctica que conlleve corrupción y presión en el proceso electoral.

Voto Vital es una iniciativa de la sociedad civil propuesta en el mes de enero de 2007 por Visionarios por Colombia, bajo el liderazgo de Antanas Mockus. En total, 108 organizaciones respaldaron esta campaña con el objetivo de calificar el voto en Colombia: más racional, más personal, más ejercicio de la libertad.


Cultura de Paz

La Constitución consagra la paz como un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento. Quien se ha formado como ciudadano aporta a la paz cumpliendo sus deberes y reclamando pacíficamente sus derechos; es decir, aporta a la paz ejerciendo como sujeto legal. En muchas personas, tal vez en todas, hay un mandato interno a favor de la paz.

Pero también es posible reconocer y promover una cultura de paz. Hay cultura de paz cuando las actitudes o acciones contrarias a la paz son objeto de repudio social (desde formas muy leves de censura como fruncir el ceño hasta el ostracismo) que muchas veces le hace sentir vergüenza a la persona en cuestión. Hay cultura de paz cuando las actitudes y acciones pro-paz son objeto de reconocimiento social, generan confianza y buena reputación.

Uno no nace ciudadano. Uno se va volviendo ciudadano. La manera de hacerlo es tratar al otro –conocido o no– como ciudadano, corregirlo amablemente, dejarse corregir por él, reconocer sus comportamientos y dejar que él los reconozca en uno. Es parecido a como aprende uno a hablar. El camino es fortalecer las tres regulaciones: la legal, la moral y la cultural.

Aunque hay comportamientos que sólo son de conciencia (ejemplo: colocar limosna en una iglesia vacía), otros que solo son de cultura (ejemplo: respetar las reglas de etiqueta en la mesa), otros que sólo son de ley (ejemplo: presentar un papel que sigue siendo requisito porque la ley no ha sido derogada)– en la mayoría de las acciones humanas de mayor trascendencia intervienen las tres regulaciones y las correspondientes emociones (admiración por la ley, miedo a la multa, a la cárcel y a las otras sanciones legales, temor a la culpa, orgullo o satisfacción causados por reconocimiento social o vergüenza).

Ser ciudadano es aprender a sentir esas emociones y aprender a hacerlas sentir. Cultura ciudadana para la paz es cultura ciudadana aplicada a aquellas obligaciones legales, morales y culturales cuyo cumplimiento más rápida y eficazmente contribuye a que cese la violencia. Implica superar el divorcio entre ley, moral y costumbre (cultura) por ejemplo frente al homicidio (la muerte intencional). “La vida es sagrada” es un ejemplo de invitación a movilizar conscientemente mecanismos positivos y mecanismos de sanción legales, morales y culturales a favor de la protección de la vida.

Aunque hay comportamientos que sólo son de conciencia (ejemplo: colocar limosna en una iglesia vacía), otros que solo son de cultura (ejemplo: respetar las reglas de etiqueta en la mesa), otros que sólo son de ley (ejemplo: presentar un papel que sigue siendo requisito porque la ley no ha sido derogada)– en la mayoría de las acciones humanas de mayor trascendencia intervienen las tres regulaciones y las correspondientes emociones (admiración por la ley, miedo a la multa, a la cárcel y a las otras sanciones legales, temor a la culpa, orgullo o satisfacción causados por reconocimiento social o vergüenza).

Ser ciudadano es aprender a sentir esas emociones y aprender a hacerlas sentir. Cultura ciudadana para la paz es cultura ciudadana aplicada a aquellas obligaciones legales, morales y culturales cuyo cumplimiento más rápida y eficazmente contribuye a que cese la violencia. Implica superar el divorcio entre ley, moral y costumbre (cultura) por ejemplo frente al homicidio (la muerte intencional). “La vida es sagrada” es un ejemplo de invitación a movilizar conscientemente mecanismos positivos y mecanismos de sanción legales, morales y culturales a favor de la protección de la vida.

Respeto total a la vida: El gran desafío de Colombia es dar plena vigencia al artículo 11 de la constitución nacional: “El derecho a la vida es inviolable; no habrá pena de muerte”. Para ello es importante buscar los caminos para reducir significativamente la violencia. La tarea central es volver a crear mecanismos de autorregulación social y cultural que hagan que las personas no amenacen ni destruyan la vida.

Superación del atajismo. Coherencia entre fines y medios: Salirse de las reglas para obtener resultados a corto plazo es un atajo, el cual viola las normas morales, las reglas sociales o las leyes para lograr algo. El que lo practica puede conseguir algunos beneficios individuales, pero produce grandes costos sociales al provocar en los demás la tentación de usar el mismo procedimiento.

Coherencia entre la ley, la norma y la costumbre: Para que las reglas sociales se cumplan sin conflictos ni contradicciones es importante que la ley, la norma moral y la costumbre sean coherentes entre sí. Cuando el Estado no ha ganado el respeto de los ciudadanos, es fácil que se generen normas o prácticas que se aceptan socialmente pero son legal y moralmente inaceptables. Para recuperar el respeto a la ley y a las normas, es importante transformar las costumbres y hacer ver las implicaciones morales de ellas.

Mayor equidad por la vía de la educación: La inequidad no es sólo un problema de repartición de bienes y dinero. Uno de los principales factores que generan diferencias sociales se da en las posibilidades que tienen las personas en el acceso al conocimiento y a una formación que contribuya al desarrollo de la autonomía.

Respeto a la Justicia: Los jueces son los guardianes del Estado de Derecho. El respeto y el fortalecimiento a la rama judicial son indispensables para reducir la violencia y la impunidad. Un Estado fuerte y justo, capaz de cumplir y hacer cumplir la ley, hace valer los derechos y deberes y asegura la provisión de bienes y servicios públicos. La protección y el apoyo social a los jueces ayuda a consolidar un Estado que no amenace ni se deja intimidar.