13/2/11

CONOCIMIENTO EN AGENDA PÚBLICA CONCERTADA




Por Gonzalo Duque-Escobar

La nueva gobernanza Colombiana exige políticas y programas que involucren Ciencia, Tecnología y Cultura como factores de productividad, no sólo en la dimensión económica sino también en la del medio ambiente y en la social. Y para señalarlo permítanme precisar que el término “gobernanza”, diferente al de “gobernabilidad”, alude a la eficacia de una gestión pública y a un modo de gobernar, donde interactúen y concierten los actores sociales entre los cuales aparecemos de muchas formas como obreros de la cultura, quienes hacemos por la ciencia en Colombia.

Si se tratase de la productividad social es porque también las ciencias sociales y las del comportamiento, dan herramientas para evaluar y fortalecer la eficiencia de las interacciones sociales, el capital social y los servicios sociales, sin dejar de ver temas tan cruciales como la pobreza, el desempleo, la salud o las pensiones, e incluso el de las relaciones de producción desde la óptica meramente economicista si se quiere, máxime cuando el Estado solidario le ha dado paso a un Estado asistencialista para que se ocupe de la creciente entropía del sistema, al menos en Colombia.

Igual pasa con los asuntos ambientales donde la productividad debe incluir la cultura y el medio natural como activos, los primeros de la sociedad pero los segundos propiedad del conjunto de los seres vivos, puesto que en la perspectiva del desarrollo no se puede seguir dando ese sesgo cartesiano y antropocéntrico en el que sucumben símbolos y valores frente a la racionalidad de la ciencia, como también la vida misma frente a la racionalidad económica de una sociedad depredadora que no comprende la naturaleza como sujeto, puesto que no se siente parte de ella.

Y en lo económico, porque la productividad además de ocuparse de la calidad en la eficiencia y eficacia obtenidas en la utilización de unos recursos, que por naturaleza son limitados, y de la innovación tecnológica, debe ocuparse del impacto de la producción de bienes y servicios sobre la sociedad y el medio ambiente, mirando la contribución del conocimiento desde una perspectiva ética y como asunto del desarrollo y no solo del crecimiento económico, lo que exige una reflexión y argumentación mediada por los valores más fundamentales: los consecuentes con la naturaleza humana y por lo tanto menos circunstanciales.

Este llamado para que, como miembros de una comunidad científica y actuando como intelectuales, investigadores, asesores, empresarios, funcionarios públicos o simples ciudadanos, velemos por la inclusión de la Ciencia, la Tecnología y el Arte, como factores de productividad, en las políticas y acciones prioritarias del desarrollo, mirando siempre las grandes necesidades del país y nuestras regiones. Si logramos apostarle a esto con responsabilidad, compromiso, honestidad, solidaridad, respeto e integridad, seguramente le estaremos apostando a la construcción de la Nación y al futuro de nuestros hijos.

Desde el OAM, Ed. Circular RAC 598.
http://www.manizales.unal.edu.co/oam_manizales
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