• Presentación
El
presente documento es un ejercicio colectivo desarrollado por los citados Socios
de la SMP de Manizales, en el que se consignan algunos elementos de interés
y referencias en torno a la temática asociada a la recuperación
del centro histórico de Manizales, proyecto convocado por la Fundación
Centro Histórico de Manizales, y escrito con el propósito
de ofrecer elementos de juicio y algunas luces de importancia para el contexto
del proceso, y en particular para la Mesa de Trabajo del POT, del mismo. No se
incluye aquí el soporte normativo, asunto que le compete a la Secretaría
de Planeación de Manizales, tema que fuera expuesto por la Arq. María
Luz Velásquez como miembro de la Mesa de trabajo del POT, y a la
cual asistimos los de esta comisión de la SMP.
• Introito
La
Sociedad de Mejoras Públicas de Manizales SMP, como ONG cívica
creada en 1912 para velar por los intereses comunes y el desarrollo sostenible
de la ciudad de Manizales y vecina del centro histórico de la ciudad, destaca la importancia del propósito de este trabajo participativo que ha
surgido desde la iniciativa de la Sociedad Civil, y reclama para el mismo la
necesaria voluntad política para emprender una
tarea fundamental, donde la problemática
debe empezar por reconocer la falta de autoridad de los entes responsables de
la planeación, el uso y el manejo
del espacio urbano más significativo de
Manizales.
Al mismo tiempo, la SMP desea resaltar que la problemática del centro histórico, un espacio urbano donde se reflejan los principales
problemas socio-ambientales de los países
latinoamericanos, de la sociedad contemporánea y en especial de Colombia, no sólo responde a viejos problemas del orden administrativo y político de la ciudad donde la falta de autoridad
y el clientelismo hacen parte del diagnóstico,
sino también a la falta de
empoderamiento del centro histórico
por parte de sus usuarios que somos todos los manizaleños de nacimiento o por adopción, y al precario compromiso de los actores sociales estratégicos de la ciudad.
• Desarrollo
temático
1-
Las dinámicas urbanas
Los
de hoy, no son los tiempos del intervencionismo y proteccionismo del período
keynesiano que resuelve la recesión de 1929 apalancando la demanda,
gracias al cual el desarrollo de Colombia soportado en una economía
industrial anclada al modelo de sustitución de importaciones, encuentra
opciones para localizarse en sus regiones mediterráneas, caso
altiplano cundiboyacense y montañas antioqueñas. Tras la
estanflación de los años setenta y la expansión
de la informática, se terceriza la economía y surge un
nuevo modelo económico a nivel global, que reclama la globalización
de los mercados y la consecuente reforma de los Estados.
Dicho
modelo económico de enfoque neoliberal y en favor de la oferta,
propuesto desde la Escuela de Chicago, conduce a cambios estructurales como la
reprimarización de la economía colombiana, la reconversión
de nuestro modelo industrial y la reubicación de las
oportunidades para los nuevos escenarios del desarrollo económico,
en las costas: de ahí que, a partir de la nueva Constitución Política
de 1991, mientras que en Manizales o en Pereira se cierran cerca de 20
industrias y empresas importantes en Barranquilla surgen más de 240.
Lo
anterior resulta determinante, no sólo por las implicaciones en materia
de empleo fáciles de advertir, sino y sobre todo por los cambios políticos
que subyacen en la reforma del Estado,
toda vez que el verdadero sentido de construir ciudad, no es más
que el de convocar al ciudadano a la construcción social de
su territorio y por lo tanto a tomar decisiones fundamentales sobre lo común
y lo público.
En
ese orden de ideas, la gestión urbana no solo debe ser el
resultado de una gestión pública por sí misma, sino también
el fruto de una gestión integral, descentralizada e incluyente, al interior de
las ciudades y entre ellas, y participativa en cuanto exprese el interés
del universo heterogéneo de los actores sociales, incluidos los pobres urbanos,
razón por la cual este ejercicio de recuperación
del centro histórico de Manizales, además de
legitimar la participación de la sociedad civil organizada, la
conmina a considerar objetivos no solo económicos y
ambientales, sino también a encontrar soluciones sociales en temas fundamentales
como las formas mínimas de convivencia y los derechos humanos.
Ahora,
al examinar los nuevos enfoques del urbanismo del siglo XXI presentes en las
directrices de la nueva Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial LOOT[ii], en la que se supera el
tradicional enfoque "municipalista" e invita al planificador a
fortalecer la dimensión territorial del ordenamiento a partir de la asociación
de los municipios obligados a velar por la integridad de los ecosistemas y el
fortalecimiento de la identidad cultural, habrá que partir
del presupuesto de una ciudad en la que los procesos urbanos no se pueden
reducir a la esfera de la "ciudad amurallada" del medioevo, y tampoco
a la "de la urbe autosuficiente" limitada por un medio rural, cuando
además de los procesos de rururbanización que se han
consolidado en el Eje Cafetero, la supervivencia de las ciudades intermedias
que hoy palidecen como consecuencia de su condición mediterránea
y la competencia metropolitana, depende ahora de una conurbación
cuya viabilidad política obliga al pluralismo, a la concertación
y a la construcción de sinergias regionales.
2-
Conflictos y retos urbanos
Nuestras
ciudades son el escenario de los grandes conflictos socio-ambientales
latinoamericanos y de las profundas desigualdades económicas que
aquejan a la población colombiana.
En
Colombia donde el conflicto armado expresa al unísono la
inminente urgencia de una reforma
agraria y la presencia de actores que desde el poder impiden su desarrollo,
también se debe aceptar la imperiosa necesidad de una reforma
urbana para resolver los problemas asociados a las crecientes desigualdades.
Al
igual que el proceso de la Paz no es un asunto coyuntural que puede resolverse
por la vía de las armas y la represión del Estado,
dicha reforma urbana obliga a decisiones integrales que deben ir más
allá de la aplicación efectiva de los instrumentos
normativos y administrativos del suelo urbano y periurbano, el control de la
especulación del suelo, la dotación de
servicios públicos eficientes y la seguridad ciudadana, para llegar a
objetivos más amplios así resulten de algún modo utópicos,
como lo son la inequidad, la pobreza e informalidad, la participación
y los derechos de los ciudadanos, el modelo socioambiental urbano, la propiedad
y función social del suelo, y el desarrollo el territorio entendido
como un sujeto y como una transformación social e histórica.
El
actual modelo urbano de Manizales, donde la infraestructura se sigue
concentrando en torno a los suelos propiedad de las clases más
favorecidas que son una minoría, y donde los procesos de urbanización
no sólo presionan el frágil medio ecosistémico
sino que facilitan una escisión entre costos y beneficios resultado
de explotar el suelo a favor de los urbanizadores, no solo acentúa
la inequidad sino que también se constituye en un freno para el
desarrollo de la ciudad y para el bienestar de los manizaleños.
Al
respecto, es importante saber que siendo difícil enfrentar
la inequidad, en cuanto a la reducción de la pobreza urbana, meta más
simple de alcanzar, existen instrumentos puestos a prueba desde décadas
atrás cuando se enfrentaron los graves impactos de la sociedad
industrial de ayer. Las acciones a emprender en el centro histórico,
antes que arrinconar a los pobres informales restándoles
oportunidades y conduciéndolos a la violencia, deben partir del aprovechamiento y
fomento de su enorme potencial empresarial y creativo. Por supuesto que todo
esto debe abordarse hoy en el marco de una nueva sociedad: la del conocimiento,
donde el modelo económico ha desmantelado las bases del Estado solidario y la
estructura del empleo ha cambiado.
Pero
una mirada aproximada a los problemas de Manizales y a las políticas
públicas que se deben abordar de cara a la sostenibilidad de
la ciudad y con ella a la recuperación de su centro histórico,
debe pasar por temáticas ambientales como la de evitar la proliferación
de los guetos duales (de los ricos y de los pobres), y mitigar la
vulnerabilidad a los desastres propios del trópico andino;
cruzar por asuntos sociales como la fragmentación social y la
drogadicción; transitar por la cuestión económica
donde informalidad y desempleo son retos evidentes, y por considerar la dimensión
político-institucional, afectada por la pérdida de la
moral pública y la crisis de autoridad y liderazgo. Todo esto de
conformidad con la teoría del desarrollo sostenible.
Ahora,
dado que el problema a enfrentar es el deterioro del centro histórico
y como tal el de una fracción de la zona comercial de una ciudad
intermedia en proceso de conurbarse para
formar el área metropolitana de Manizales y la ciudad región
del Eje Cafetero, los retos a enfrentar desde el POT además de los
puntos ya relacionados, tienen que enfocarse en función de un
ordenamiento urbano descentralizado que traspase fronteras y contemple acuerdos
con pequeños poblados y ciudades. La agenda de los entes
territoriales involucrados deberá contener temas estructurales y de
largo plazo para decidir conjuntamente y con coherencia en materia de
organización del territorio, suministro de servicios públicos
y movilidad, sin caer en el error de concentrar el desarrollo urbano y dejar a
la deriva cuestiones fundamentales como la complementariedad económica
y asignación de competencias acordes con las ventajas comparativas del
territorio compartido.
3
- El escenario y sus actores
Así
como la tienda y el taller industrial intensivo en mano de obra, en su orden han
cedido espacio a las grandes superficies de mercado y a las modernas factorías
automatizadas, el centro histórico ha mutado: conforme los
almacenes de marca y tradicionales centros mayoristas de antaño
se trasladan a los cómodos centros comerciales y modernas meta-superficies
especializadas de la periferia citadina, las ventas de baratijas, los mercados
populares y las ventas callejeras estacionarias y ambulantes, se toman dicho
escenario al que concurren ríos humanos en los que se mezclan,
además de pobres y miserables que cosechan residuos de cada
elemento de la textura urbana, legiones de desempleados y oferentes de
servicios, empleados y usuarios de oficinas públicas,
restaurantes, bares, cafeterías, pequeños negocios y
centros bancarios o culturales, además de viajeros y turistas, y de
consumidores de segundas y de artículos de consumo masivo, entre otros:
el dónde, quién, cuándo y qué
de los flujos humanos, no es más que la radiografía
social de la ciudad.
Mientras
las complejas funciones del espacio público, mínimas en los
barrios de estrato alto bien dotados y fundamentales en los populares menos
equipados para soportar el carácter solidario de la vida
comunitaria, son la base de las demandas del centro histórico como
referente del paisaje urbano y humano, las demandas y protestas de unos y la
expresión de las aspiraciones y sueños de otros,
son procesos que sólo encuentran máxima identidad y fuerza en el centro
histórico siempre monumentalizado pero mal equipado para
absorber la enorme y creciente carga de usuarios, lugar donde los excluidos,
los pobres, los marginados y los inconformes, pueden crear las condiciones para
ejercer el derecho individual y colectivo a la vida ciudadana, gracias a su
equipamiento generoso en espacios poli-funcionales y simbólicos, y a
las primeras vías urbanas que nacieron para el peatón, y no para
el automóvil que en forma creciente las ha usurpado sin importar la
gente.
Si
las políticas públicas se restringen al control
social, al ornato y equipamiento y a medidas estereotipadas, olvidando la
promoción social, ambiental y económica, y sin
concertar los objetivos mínimos para satisfacer las demandas de
funcionalidad y dinámica urbana del centro de la ciudad como espacio
fundamental para el comercio y para los rituales públicos, Manizales
terminará cediéndole espacio a un efecto de “fractal
nocivo” capaz de trasladar conflictos y contradicciones no resueltos
del centro histórico como atractor urbano, a espacios donde se dan otras
funciones de la ciudad: en el sector de El Cable como epicentro de la zona de
servicios de Manizales, ya empiezan a
observarse vectores de deterioro.
Cerrarle
el paso al automóvil, priorizar el transporte público masivo
y peatonalizar la 23 y la 19 con el fin de dignificar el trabajo humano,
mediante un proceso participativo de autogestión del centro
histórico acompañado desde el Estado, antes que ser opciones
utópicas son fórmulas necesarias de la esencia de la
recuperación del lugar, dinamizando para el efecto las actividades comerciales
que le son propias en cuanto se obliga a acciones concertadas para ordenar las
actividades ilegales que se han apropiado el espacio público, dotarlo
de elementos sanitarios y de estancias que lo transformen en un “
paseo” estético, funcional, higiénico
y atractivo, siempre y cuando se gestionen los mecanismos para equiparlo y enriquecerlo
generosamente de actividades culturales.
Para
la SMP, cualquier decisión que se tome en pro de un bien tan
preciado como lo es el centro histórico de nuestra ciudad, debe
fundamentarse en la nueva Constitución Política de
Colombia donde se define el Estado social de derecho[iii], concepto que realza la
dimensión social de nuestra Carta.
Así
el modelo neoliberal no contribuya a este objetivo al privilegiar al mercado
sobre la sociedad y supeditar las políticas solidarias a los objetivos de
la competitividad, la apropiación social del territorio obliga a una
acción pedagógica popular, en la que se incorporen
al imaginario de los actores los fundamentos de la Carta del 91, para fortalecer
el carácter democrático y progresista de un proceso que
debe blindarse de fuerzas reaccionarias, sectores retardatarios e intereses
particulares.
• Epílogo
No
cabe ninguna duda de que el centro histórico es la mejor expresión
del carácter manizaleño, pues se trata de la materialización
de una herencia que nos han dejado los mayores, fruto de las más
notables empresas cívicas de ayer: la de consolidar en 1903 una caficultura
minifundista, donde la organización y el trabajo del campesino
propietario de su tierra fue la base para la industrialización
del país, o la de concebir en 1927 una catedral en concreto
reforzado de 106 m de altura para un poblado de bahareque con 36 manzanas
incendiadas, obra que se ejecuta entre 1928 y 1939 tras convocar a sus 50 mil
habitantes.
Ahora,
frente al reto no podemos ser inferiores; nuestra historia de vida ciudadana
nos reclama para una acción noble, como lo es la defensa de
nuestra ciudad, tarea que debe empezar por el rescate de su atractor urbano más
fundamental: el centro histórico. Esto, porque las soluciones que
se implementen en él, tendrán la capacidad de reproducirse en
todo el continuo urbano de Manizales.
• Fuentes
100
Años de civilidad en la construcción de territorio. A.
Valencia et All (2012) Sociedad de Mejoras Públicas de Manizales. Editorial
Blanecolor S.A.S. Manizales, Colombia. ISBN 978-958-57465-0-3. http://godues.wordpress.com/2012/08/14
Centro
histórico como atractor urbano. Duque Escobar, Gonzalo (2013)
La Patria. Manizales, 2013-04-1. http://godues.wordpress.com/2013/04/01/
Décadas
de oro de la centenaria SMP. Duque Escobar, Gonzalo (2012)
La Patria. Manizales, 2012-06-25. http://www.bdigital.unal.edu.co/6805/
El
carácter amable, pujante y laborioso del cafetero. Duque
Escobar, Gonzalo (2012) http://www.bdigital.unal.edu.co/6731/
El quehacer de la
Centenaria SMP de Manizales. Compilación
(2012) Blog de la SMP de Manizales. http://smpmanizales.blogspot.es/1342499040/
La
galería: enfoques y desenfoques. Gonzalo Duque Escobar
(2012) SMP de Manizales. http://godues.wordpress.com/2012/09/30/
Los
guetos urbanos o la ciudad amable. Duque Escobar,
Gonzalo (2010) La Patria. http://www.bdigital.unal.edu.co/2064
Manizales:
funciones urbanas y metropolitanas. Duque Escobar,
Gonzalo (2012) La Patria. http://www.bdigital.unal.edu.co/5699/
Más
Estado para una nueva sociedad. Duque Escobar, Gonzalo (2010) La Patria. http://www.bdigital.unal.edu.co/2180/
Movilidad
y desarrollo en el eje urbano y periurbano de Manizales.
Duque Escobar, Gonzalo (2006) Revista SCIA . pp. 1-6. http://www.bdigital.unal.edu.co/1667/
Participación
de la sociedad civil en el ordenamiento territorial. Duque
Escobar, Gonzalo and Torres Arango, Claudia (2009) In: Jornada Académica y
Taller de la SMP de Manizales, 07 Noviembre de 2009, Manizales. http://www.bdigital.unal.edu.co/1671/
Perspectiva
del civismo activo. Marina Jiménez Buitrago (1912) Revista
Civismo Centenario de SMP de Manizales, Manizales. http://smpmanizales.blogspot.es/1341235980/
Plan
de Acción Centenario SMP de Manizales: Un diálogo con el territorio.
Duque Escobar, Gonzalo (2012).
[Objeto de aprendizaje - Teaching Resource] http://www.bdigital.unal.edu.co/5801/
Procesos
Urbanos Contemporáneos. Varios autores (1995) Editora: Ana Lucía Sánchez. Colección
María Restrepo de Ángel. ISBN 958-95789-2-6.
Proyecto
Concejal 20. Marina Jiménez Buitrago, José Clareth Bonilla
C, Gonzalo Duque-Escobar y Germán Vallejo Obando. (2012) SMP Manizales, http://smpmanizales.blogspot.es/1335108120/
Seis
diálogos con el territorio. Gonzalo Duque-Escobar (2012)
Módulo para la Maestría en medio ambiente y desarrollo. U. N. de Colombia. http://godues.wordpress.com/2012/05/13/
Subregión Centro-sur & Ciudad-región. Duque
Escobar, Gonzalo (2012) http://www.bdigital.unal.edu.co/7036/
Temas
cívicos para agendas de desarrollo regional.
Compilación (2012) Gonzalo Duque Escobar. http://godues.wordpress.com/2012/08/12/
Tras
huellas del civismo activo. José Clareth Bonilla Cadavid
(2012) SMP de Manizales. http://smpmanizales.blogspot.es/1354707644/
Un
nuevo modelo urbano. Duque Escobar, Gonzalo (2012)
La Patria. Manizales, 2112-12-10. http://www.bdigital.unal.edu.co/9042/
Una
agenda pública para Manizales. Duque Escobar, Gonzalo (2011)
La Patria. Manizales, 2010-02-28. http://www.bdigital.unal.edu.co/3249/
Manizales, 1-04-2013.
Imagen: Catedral de
Manizales, obra iniciada el día 5 de febrero de 1928 y finalizada en 1939. Las 4 agujas menores se
concluyen en 1936. Centro de Historia de
Manizales.
PD: los autores dejamos
constancia de gratitud con la Socia Claudia Torres Arango, por su generosa
colaboración al ocuparse de la
lectura y ajustes previos a la publicación
de este trabajo.
Ref: “Algunos lineamientos
conceptuales sobre la problemática del Centro Histórico de Manizales, de cara al POT“ / Comisión para el Proyecto
Recuperación Centro Histórico de Manizales/ Mesa de
trabajo POT/ Sociedad de Mejoras Públicas de Manizales/
(Documento de trabajo Nº 1).