Caldas: Histórico 1. Caldas en 1905. Fuente SMP de MANIZALES
Por
Gonzalo Duque Escobar *
1-
LA REALIDAD SOCIAL
La Subregión Noroccidental de
Caldas, cuya orografía pertenece al sistema andino y se establece en el cañón del Río Cauca, entre la
vertiente occidental de la cordillera Central y la oriental de la cordillera
Occidental de Colombia, comprende los municipios de Riosucio, Supía, Marmato,
Filadelfia y La Marced. Limita con Antioquia por el Norte, con Pácora,
Salamina, Aranzazu y Neira por el oriente, con Risaralda por el oeste, y con
Neira y Risaralda por el sur. Para entrar al tema específico, veamos las
generalidades de los cinco entes territoriales que la conforman.
Riosucio: fundado en 1819, cuenta
con 57.220 habitantes, de los cuales 16.090 son de la cabecera y 39.036
rurales. Consta de dos corregimientos y cuatro Resguardos Indígenas: Nuestra
Señora Candelaria de la Montaña, Cañamomo y Lomaprieta, San Lorenzo y
Escopetera - Pirza.
Supía: fundado en 1540, tiene una
población de 24.847 habitantes, distribuidos en 11.935 para la cabecera y
12.912 para las áreas rurales. Sobresalen el corregimiento de Hojasanchas, la
vereda de Guamal como asentamiento de comunidades negras que data de 1.749, y
los asentamientos indígenas de La Trina y Cauromá.
Filadelfia: fundado en 1850, posee
una población al año 2009 aproximadamente de 12.400 habitantes. El municipio
tiene 6 corregimientos: Samaria, San Luis, La Paila, El Pintado, El Verso y
Morritos. También cuenta con el asentamiento indígena de La Soledad.
Marmato: fundado en 1537 donde hoy
queda el corregimiento de San Juan, posee una población de 8.175 habitantes
(2005). En este municipio objeto de una reubicación, en la que el centro
histórico se pretende abandonar y sus pobladores establecerlos en la vereda El
Llano, se encuentran las famosas minas de oro de Marmato y Echandía en
explotación desde 1537, las cuales constituyen un distrito minero de
aproximadamente 25 Km2.
La Merced: corregimiento de
Salamina hasta 1910, es erigido municipio en 1973. Cuenta con 6.752 habitantes
(2005), de los cuales 2.229 están en la cabecera y 4.523 en las zonas rurales.
Presenta un importante centro poblado en la Felisa y 4 caseríos: Buenos Aires,
La Argentina, San Martín de Porres y Travesías.
Nota: información de la Web oficial
de cada municipio, complementada con otra extraída de Wikipedia.
1.1-
Capital social.
Entre los diferentes grupos
humanos del territorio, sobresalen tres grupos primarios: las etnias indígenas
y afrodescendientes históricamente sometidas, marginadas o discriminadas, y las
de origen europeo que siempre han ostentado los beneficios del poder político y
económico. Hoy, a pesar del mestizaje a lo largo del tiempo, existen grupos
raizales de indígenas y afros, que requieren reconocimiento.
De las etnias indígenas a su vez,
participan dos comunidades con lengua propia: la Embera procedente del Alto
Atrato, y la Umbra nativa del lugar y presente en el sector de Bonafont. La
población afrodescendiente constituida por negros y mulatos, procede de los esclavos
traídos por los españoles durante la Colonia a laborar en las explotaciones
mineras locales[1].
Y las comunidades blancas de ascendencia europea, hacen presencia desde la
conquista y la colonia en los poblados coloniales fundados desde el siglo XVI,
y en las cabeceras que surgen del proceso de la colonización que llega de
Antioquia en el siglo XIX.
Desde la perspectiva sociológica,
el concepto de Capital Social como variable que mide la colaboración de estos
grupos, no solo de cara a la solución de sus problemáticas socioambientales
sino también para el aprovechamiento de sus oportunidades, permite afirmar que
existen grandes potencialidades intra-grupales. Esto, gracias al nivel de
identidad consolidado por los indígenas mediante su organización en la lucha
por los resguardos de Riosucio, al sentido de supervivencia forjado durante la
esclavitud en la minería por las comunidades negras o mulatas de Marmato y
Guamal (Supía), y a la organización de los colonos, resultado del proceso de
lucha por el derecho a la tierra y de la consolidación de su peculiar modo de
producción, que se alcanza al conformar el gremio cafetero (1927).
Estas características deben servir
para construir en conjunto, a partir del trabajo y la confianza institucional,
la identidad del territorio y el reconocimiento de las etnias, mediante el
diseño de políticas públicas que permitan soportar proyectos de economía rural
y artesanal en sectores estratégicos, como los cafés orgánicos y paneleros, y
la minería artesanal de socavón, ya para la extracción del oro, ya para la del
carbón, como de artesanías con identidad cultural según los diferentes grupos y
de una oferta de servicios culturales y ambientales, por ser estos los
principales renglones económicos de dichas comunidades en este territorio.
Un alto porcentaje de la población
afrocolombiana en el Departamento de Caldas, está ubicada en los Municipios de
Marmato y Supía, donde participan con un 51.5% y 18.0% de su población
respectivamente, y donde ambos grupos suman 9.300 habitantes[2].
En cuanto a la población indígena, en la Tabla 1, se enuncian los 10 resguardos
de Caldas, con número total de pobladores y hogares:
Tabla 1-RESGUARDOS
|
CAUROMA
|
LA TRINA
|
SAN LORENZO
|
LA MONTAÑA
|
CAÑAMOMO LOMAPRIETA
|
PIRZA Y ESCOPETERA
|
ALBANIA
|
TOTUMAL
|
LA SOLEDAD
|
TOTALES
|
TOTAL PERSONAS
|
54
|
46
|
46
|
43
|
50
|
46
|
57
|
47
|
49
|
438
|
TOTAL HOGARES
|
10
|
10
|
10
|
10
|
10
|
10
|
10
|
10
|
10
|
90
|
De lograrse esta meta, el
incremento del capital social podrá evaluarse por los resultados materiales e
inmateriales, expresados no solo en proyectos productivos, sino también
ambientales, y de variables comparativas relacionadas con indicadores sociales
entre grupos étnicos, dado que las etnias indígenas y afro muestran los
indicadores más desfavorables.
1.2-
Patrimonio cultural.[3]
Son dos los grandes escenarios de
este territorio conformado por los cinco municipios del noroccidente de Caldas:
el de la colonial provincia de Marmato ubicada al oeste del río Cauca, y el de
la provincia del sur de Antioquia, por la vertiente este de dicho río. En consecuencia,
para valorar este patrimonio, habrá que tomar como referentes a Riosucio y
Salamina, y hacer mención de Marmato.
A) Riosucio es el núcleo de
artesanía folclórica más antiguo de Caldas: la tradición precolombina asociada
a las parcialidades indígenas, se perpetúa en Cañamomo y Lomaprieta con la
alfarería y cerámica de Portachuelo, en la Montaña con la cestería de bejuco de
la Zulia y El Salado, y en San Lorenzo y la Montaña con esteras de enea y caña
brava. El mestizaje ha generado por su parte artesanías en cogollo de caña
brava como la sombrerería en Travesías y Pasmí en San Lorenzo, y en las tallas
en palo de naranjo de Tumbabarreto. En la cabecera municipal de Riosucio
existen talleres de talabartería, tallados y tejeduría de fique.
El Carnaval del diablo es la
demostración de la cultura de un pueblo que se formó con la integración
indígena, negra africana y blanca europea, manifestación muy especial que ha
tenido representantes en todos los géneros de la creación artística y
espiritual. El Carnaval bianual, es un extenso poema dramático y colectivo,
escrito por “matachines” o carnavaleros locales.
B) Salamina, del otro lado del
Cauca, como impronta de la gesta colonizadora que perdura a lo largo del
tiempo, poblado de donde se desprende La Merced (1910) y cuyos atributos
impactan también a Filadelfia, se constituye en santuario de nuestra
arquitectura vernácula, enriquecida con suaves aires eclécticos de moderados
rasgos durante las primeras décadas del siglo XX, consecuencia de la apertura económica
y cultural asociada a la exportación del café.
En Salamina, los continuos de
bahareque, se repiten por la desnivelada retícula urbana que cubre la colina,
con sus casonas de teja de barro provistas de aleros para proteger sus
cimientos y ofrecer confort al transeúnte. El atractivo de la aldea de clima
primaveral, se percibe en sus balcones multicolores y corredores interiores de
las viviendas solariegas, en un ambiente que se engalana con flores para
resaltar portones adornados con incrustaciones talladas de madera y preciosos
calados que dan testimonio del oficio de generaciones de artesanos lugareños.
Esta denominada "ciudad
luz" de Caldas, que amerita declararse Patrimonio de la Humanidad, está
bien posicionada en la cultura, gracias al Festival Departamental de Bandas de
cada año, a La Noche del Fuego donde la navidad abre el telón con luces
artificiales y velas encendidas calle por calle, a la tradicional Fiesta de la
Inmaculada que se celebra desde hace más de cien años, y a otras festividades
notables como las Fiestas del Aire y La Tarde de María La Parda.
Tabla 2 Calendario de Fiestas
|
||||
enero
|
junio
|
julio
|
agosto
|
septiembre
|
Fiestas de la Colación
Fiestas de la Municipalización
|
Fiestas del Oro
Fiestas de la Inmaculada
Concepción, Noche del Fuego
|
C) Marmato merece especial
atención: el emblemático municipio minero de Caldas, pasa por un proceso en el
que tendría que conceder su patrimonio histórico y desmantelar la minería
artesanal como actividad productiva de su esencia, dejando a cientos de mineros
sin oficio, sin pasado y sin futuro, para dar paso a una actividad extractiva a
gran escala que en algunas décadas arrasaría las reservas de oro del área
estimadas en cerca de 9 millones de onzas troy.[4]
Las 43 Bandas Estudiantiles
departamentales, tienen un espacio ganado en todo Caldas. Cada municipio y
corregimiento, prácticamente posee una, lo que pone en evidencia la existencia
de un proceso cultural asociado a la música en todo el departamento. En la
subregión, tenemos: la banda de música de la Institución Educativa San Lorenzo
de Riosucio Caldas, la banda de la Institución Educativa Filadelfia; la Banda
del corregimiento San Juan en Marmato; la Banda Sinfónica Estudiantil La Merced
Caldas adscrita a la institución educativa Monseñor Antonio José Giraldo Gómez,
la Banda Sinfónica de la Institución Educativa Supía, y la de Marmato donde se
ha tenido la tradición de contar con una Banda Estudiantil.
1.3-
Las necesidades[5].
Veamos en este escenario las
variables de esta Subregión, que también reflejan los aspectos relevantes de la
pobreza de los pobladores de la provincia caldense.
Tabla 3- Subregión Noroccidente de Caldas. Población con
NBI. 2011 (DANE)
|
|||||||
Municipio
|
Personas
en
NBI
(%)
|
Personas en miseria (%)
|
Compon
Vivienda
(%)
|
Compon
Servicios
(%)
|
Compon
Hacinam
(%)
|
Component
Inasistencia
(%)
|
Dependencia
económica
(%)
|
Filadelfia
|
32,00
|
6,27
|
1,53
|
2,18
|
3,21
|
7,37
|
24,51
|
La Merced
|
32,89
|
8,28
|
1,39
|
2,92
|
10,92
|
3,04
|
23,74
|
Marmato
|
29,30
|
7,35
|
7,69
|
2,45
|
9,78
|
2,58
|
16,49
|
Riosucio
|
31,30
|
7,40
|
5,84
|
0,97
|
12,41
|
7,23
|
13,91
|
Supía
|
29,56
|
6,01
|
4,75
|
2,39
|
8,23
|
4,47
|
19,46
|
Caldas
|
29,18
|
6,16
|
3,22
|
2,42
|
9,00
|
4,15
|
18,18
|
Tasa de mortalidad infantil: el
promedio de los años 2005 a 2008, es: Filadelfia 29,9%, Supía 29,0%, La Merced
23,6%, Marmato 20,5% y Riosucio 19,4%.
La cobertura de SSPP: el promedio
para las viviendas en la subregión, al 2005, es: Energía eléctrica, las
cabeceras con 99,0% y el resto 94,5%; Alcantarillado, las cabeceras 95,0% y el
resto 54,8%; Acueducto, las cabeceras 96,9% y el resto 73,8%. Sin energía
eléctrica, alcantarillado y acueducto, las cabeceras 0,3% y el resto 2,4%.
Seguridad: en la pasada década
fueron notables dos focos de actores armados en la subregión, los paramilitares
por el sector oriental del alto Cauca caldense donde ejerció presencia el
bloque Cacique Pipintá, estructurado sobre la base de redes del narcotráfico
con tradición en la región desde los años 2000. Y la guerrilla por el sector
occidental, a donde el frente 47 de las FARC proveniente de Antioquia, llega en
los años noventa y donde posteriormente se ubica el frente Aurelio Rodríguez.
También el frente disidente del EPL, Óscar William Calvo, operó en esta
fracción del noroccidente, desde 1990 hasta 2006.
Déficit cuantitativo de vivienda.
De conformidad con el Censo 2005, municipio por municipio, este es el balance
en unidades de vivienda, discriminado en su orden para cabeceras y zonas
rurales: en Filadelfia de un Total de (3.254) viviendas, los Hogares en déficit
son (95) y (1.000); en La Merced de un Total de (1.822) viviendas, los Hogares
en déficit son (83) y (798); en Marmato de un Total de (2.033) viviendas, los
Hogares en déficit son (231) y (988); en Riosucio de un Total de (9.633)
viviendas, los Hogares en déficit son (437) y (2.100); y en Supía de un Total
de (6.578) viviendas, los Hogares en déficit son (467) y (1.278).
SISBEN por Niveles: al año 2009,
el porcentaje de la población por cada municipio, en los niveles 1, 2 y 3, y en
su orden, fue: Filadelfia (28,91), (57,68), (13,40); Las Merced (28,35),
(59,52), (12,13); Marmato (47,06),
(47,62), (5,32); Riosucio (20,44), (37,74), (41,82); y Supía (22,47), (59,25), (18,28).
Educación: al año 2003, los cinco
municipios tenían una escolaridad promedio de la población de 4,5 años, y una
tasa de analfabetismo funcional del 25%[6].
En cuanto a resultados de las pruebas saber, promediando 2005 y 2009, para el
grado quinto, en lenguaje y en Matemáticas, el puntaje mayor lo obtuvo La
Merced (55%) y (49%), mientras el más bajo Marmato (47%) y (44%); para el grado
once, en Lenguaje, Matemáticas y Ciencias sociales, en su orden, el puntaje
mayor lo obtuvo Riosucio en 2006 (48,2), Supía en 2008 (45,36) y Riosucio en
2008 (47,52); mientras los puntajes más bajos en esas tres áreas, lo obtuvo
Marmato en 2007 (43,25), Filadelfia en 2009 (38,28) y Marmato en 2009 (41,23),
en su orden.
1.4- Recursos institucionales.[7]
Entre las Organizaciones
ambientales, Corpocaldas como autoridad ambiental, ha jugado un papel
fundamental en todo el territorio, en temas propios de su misión para orientar
a los entes territoriales en el marco de sus competencias, aunque los POT y Planes
de Desarrollo deberían reflejar, además de competencias administrativas y
políticas, los elementos culturales y principios colectivos, fundamentales del
ambiente, con su base natural y el medio transformado, temas donde cuentan,
además de la protección de los recursos naturales, la estabilidad del hábitat y
la preservación del patrimonio cultural y urbano. Estos elementos ambientales,
pueden definir la suerte y la historia de poblados como Marmato.
Adicionalmente, instituciones como
las Sociedades de Mejoras Públicas están llamadas a conformarse a la luz de la
Ley 1217 de 2008: aunque en Filadelfia esta ONG fue fundada por la SMP de
Manizales a principios de siglo, y no logró despegar, existen hoy las SMP de
Salamina, Pácora, Aguadas y Anserma, como puntales vecinos que pueden aportarle
al territorio, urgido de organizaciones similares para velar por el patrimonio
arquitectónico y los temas ambientales, como elementos clave para la
preservación del Paisaje Cultural Cafetero.
Como organización ejemplar por su
misión y el trabajo que ha desplegado, está el Comité Cívico Pro-Defensa de
Marmato, creado para asumir la defensa del patrimonio de esta cabecera
histórica, objeto de un traslado que busca darle viabilidad a un proyecto de
economía extractiva, a costa de los elementos patrimoniales y de la cultura
local.
En el terreno cultural, la
Corporación Carnaval de Riosucio no solo ha logrado posicionar este evento
bianual como una de las fiestas más tradicionales de Colombia, sino también
inspirar otros de tipo cultural en la Subregión, como el anual Encuentro de la
Palabra en Riosucio y el de Escritores Danilo Cruz Vélez en Filadelfia.
En apoyo a las comunidades
étnicas, cabe destacar el Centro de Capacitación e Integración Indígena
Ingrumá, que con tres décadas de existencia desarrolla proyectos en bien de
menores afectados por el conflicto armado, ya reinsertados, gracias al apoyo
del ICBF y de la ONG Organización Internacional para las Migraciones.
Igualmente, resulta notable el rol
del Consejo Regional Indígena de Caldas (CRIDEC), trabajando en pro de la
defensa del territorio y de los derechos individuales y colectivos de decenas
de miles de miembros de la etnia Embera Chamí, presentes en 8 municipios de
Caldas.
Ahora, en el caso de las comunidades
afrodescendientes, preocupa la dispersión de esfuerzos, consecuencia del
elevado número de organizaciones, tal cual se infiere de la siguiente lista:
Semar,
Subdirectiva Educal - Marmato
Jac
- Tejar, Junta de Accion Comunal Vereda El Llano - Sector El Tejar
Jamunal,
Junta De Acción Comunal - Vereda Guamal - Supía
Asomimarmato, Asociación de Mineros de Marmato
Grimanez,
Asociación Amigos del Llano, Marmato
Junta
de Acción Comunal Central Urbana Marmato
Asojomar,
Asociación de Joyeros de Marmato
Afrosupia,
Atrio Iglesia de Marmato
Afropalmasola,
Asociacion de La Vereda Palmasola de Supía
Afrosucal,
Asociacion de Supia y demás municipios de Caldas
Afrosemillas,
Asociacion Afro de la Vereda La Pava, Supía
Asociación
de Negritudes de Guamal, Supía.
En el terreno institucional,
Asofelisa como estrategia de organización de los cinco entes territoriales de
esta subregión, se crea con una visión anticipada de la LOOT, al proponerse
objetivos de planificación y desarrollo concertado. Evidentemente, habrá que
rediseñar las acciones de esta organización a la luz de la nueva Ley del
Ordenamiento Territorial 1454 de 2011, para acceder al centralizado presupuesto
nacional buscando encontrar el apalancamiento financiero de los proyectos,
mediante herramientas como los Contrato Plan.
De conformidad con la vocación de
cada municipio, además de las tradicionales instituciones que históricamente
han estado vinculadas al sector productivo en la provincia caldense, caso
Federación Nacional de Cafeteros con sus correspondientes Comités departamental
y municipales, las Cooperativas de Cafeteros y Almacafé, están otras, como:
Frugy y Alpina con la planta de
Chinchiná interesadas en capitalizar el potencial de la cadena productiva de
frutales en la Ecorregión.
Lácteos Montealegre, Centrolac,
Celema, Colanta, Normandy, Leche San Félix, Multilácteos San Félix, como
empresas transformadoras de lácteos, vecinas a Caldas
Fedegán o la Asociación Colombiana
de Porcicultores, ambas en proceso de desarrollo y expansión para entrar al
primer eslabón de la cadena de cárnicos,
que comprende la cría y ceba del ganado vacuno y porcino.
Las Centrales de Sacrificio que se
han ajustado al Decreto 1500 de 2007, y empresas como Frigocentro Manizales y
otras aplicadas al sacrificio, corte, congelación, transporte y
comercialización de carnes, o a la elaboración de subproductos.
Riosucio: Si bien la economía
riosuceña históricamente estuvo constituida en la minería del oro, y
complementada con la extracción de carbón, se basa hoy en la agricultura, con
el café como principal renglón, seguido por la caña panelera, plátano, y otros
cultivos, como frutales, fríjol, yuca y productos de pan coger. Cuenta este
municipio con establecimientos educativos como el Instituto Cultural de
Riosucio, donde se maneja el emprendimiento y la componente comercial y
financiera de proyectos agroindustriales.
También la Cooperativa de
Paneleros del Municipio (COOMAR), que vela por un producto 100% natural
elaborado con buenas condiciones higiénicas, y merece fortalecerse, al
igual que el proyecto de café especial La Vereda producido por caficultores de
la comunidad indígena Embera Chamí.
Supía: La economía de este
municipio está en gran parte soportada por el café, la caña de azúcar, el
plátano y la explotación minera, otrora eje de su economía. En el área de
influencia del Centro Educativo Bajo Sevilla, existe explotación minera
aurífera. Igualmente los establecimientos educativos en general tienen perfil
agropecuario, y el municipio se beneficia de convenios con algunas
universidades, caso la Universidad de Caldas, con el Sena y Confamiliares de
Caldas. La Cooperativa Integral de Productores Paneleros de Supía Ltda.,
resulta de significativa importancia como organización de economía solidaria.
Adicionalmente, existe la empresa de café La Quiebra, un modelo útil para
socializar con el sello ambiental de café sostenible Rainforest Alliance
Certified.
Filadelfia: La economía local
depende fundamentalmente de la agricultura, con productos como café, maíz, caña
de azúcar, plátano y pan coger, y de la ganadería aunque la Escuela Rural El
Pintado, reporta la pesca como actividad de la región. Existe coherencia entre
los programas agropecuarios y agroindustriales de las instituciones
suprarregionales, y se destaca el laboratorio de derivados lácteos de la
Escuela Antoneladasio Nariño. Igualmente cuenta con la Asociación de Paneleros
y Productores de Caña de Filadelfia.
Marmato: La explotación del oro
está ligada a la economía, el empleo y la historia misma del municipio,
mientras en el sector agropecuario el producto con mayor mercadeo es el café,
seguido por plátano y panela. Sobresale la Escuela de Minas como proyecto de
alto valor estratégico, cuyos altibajos responden a factores tan complejos como
la ausencia de políticas públicas en beneficio de la minería artesanal. Los PEI
de los colegios El Llano y Rafael Pombo,
contemplan la agroindustria y el sector agropecuario.
La Merced: La economía del
municipio es eminentemente agropecuaria, el 25% de las tierras están dedicadas
a la agricultura y el 75% a la explotación pecuaria. Los productos más
destacados son: café, caña panelera y plátano, pero aparecen frutales,
hortalizas, maíz y frijol. En la subsede San José del Centro Educativo
Llanadas, se reporta el cultivo de tabaco. Varias instituciones educativas
contemplan un PEI con orientación agroindustrial y hacia el sector
agropecuario, además de convenios con la Universidad de Caldas, el Sena,
Confamiliares y el Comité de Cafeteros. En cafés especiales, ASPROCAFE viene
liderando desde 2010 los procesos de producción, en el marco de una
organización de pequeños productores.
2.
INTERPRETACIÓN DEL DIAGNÓSTICO
2.1.
Valoración situacional[8]
Medio ambiente y gestión del
riesgo: el caso de Marmato, expresa una doble problemática; de un lado la de
unas políticas públicas inconsecuentes con el medio ambiente y los derechos de
nuestras comunidades étnicas, que abandonados a la suerte han quedado a merced
del mercado, y del otro el deterioro del medio ambiente expresado en la
contaminación del agua y desestabilización del suelo urbano, consecuencia de
prácticas mineras irresponsables que contaron con la permisividad y abandono
institucional, a lo largo de décadas.
Igualmente, en los escenarios del
agro, la deforestación de cuencas al arrasar los bosques de galería y de las
cuencas abastecedoras de agua, para proveer de madera la actividad minera,
además de la pérdida del sombrío y del uso generalizado de productos de base
química, atentan contra la biodiversidad y la salud del suelo y del agua.
Esto obliga a pensar en una
reconversión estructural de los procesos productivos, para resolver los agudos
conflictos entre aptitud, uso y manejo del suelo en el lugar, y de paso a
atender las demandas ambientales que impone la necesaria adaptación al cambio
climático.
Brecha de ingresos: En 2007
Manizales concentró el 70% del PIB de Caldas. Igualmente, la concentración del
PIB en el medio urbano colombiano, anuncia una brecha de productividad que se
expresa en inequidad de ingresos entre ciudad y campo, consecuencia de la falta
de políticas que propendan por la articulación a fondo de los factores de
producción en el agro. Además, los ingresos de los subsectores rurales, por
haber sido el comodín de los TLC, caerán entre un 25 y 50 por ciento.[9]
Políticas públicas: Son dos los
macro-sectores que deben ser objeto de políticas públicas en esta subregión,
para que puedan prosperar instrumentos clave como los Distritos
Agroindustriales de Caldas y la Escuela de Minas de Marmato. Uno, las políticas
públicas para el sector rural, y dos las políticas públicas para la minería
artesanal.
Mientras el monocultivo de café
sin sombrío responde a un modelo agroindustrial, la caña panelera y los cafés
especiales pueden avanzar en un escenario productivo amigable con el ambiente,
como es la producción rural y artesanal, que obliga a reestructurar las
políticas agropecuarias perversamente diseñadas para negociar los TLC
favoreciendo la agroindustria a costa del desarrollo campesino.
Y en el caso de la minería, donde
las actuales políticas públicas del sector están orientadas a fortalecer un
enclave de economía extractiva, desestructurando el ancestral territorio
caldense y desmantelando su minería artesanal. Esta agenda deberá partir del reconocimiento
de las comunidades étnicas, y de la implementación de una actividad minero
artesanal, que le apunte a la transformación del preciado metal, expresando los
bienes artesanales con los íconos y elementos propios de la cultura Umbra.
Si la agroindustria se fortalece
implementando la metodología de los clúster, la producción rural y artesanal
obliga a estrategias soportadas en políticas de ciencia y tecnología,
organización de pequeños productores para el control y desarrollo de cada
eslabón de la cadena productiva, incorporación de valor agregado, creación de
un nombre de marca fundamentado en elementos de la identidad cultural,
fortalecimiento del tejido social, certificación de procesos, apoyo
institucional y medios para la conectividad integral (vial e informática)
2.2.
Análisis tendencias
La situación desfavorable señalada
en la Tabla 2 sobre NBI, que refleja el nivel de pobreza a través de variables
como vivienda, servicios sanitarios, educación básica e ingreso mínimo,
explicada por factores como la inequidad, la brecha de productividad e ingresos
o la concentración del PIB caldense en la capital[10], también se constituye en factor
fundamental de expulsión de la población de la subregión, hacia los principales
centros urbanos del occidente colombiano y la capital del país.
Como desafíos fundamentales para
la subregión en la Dimensión Humana y Social, urge ubicar a las personas en el
centro del desarrollo: para el desarrollo rural y en general de esta provincia
caldense, la inequidad y la pobreza, la carencia del sistema de salud, la
brecha educativa, de productividad y de ingresos, y el desempleo, son entre
otros los temas centrales[11].
Los presupuestos del Estado
colombiano destinados a la salud, responden a políticas públicas que favorecen
el mercado y privatizan los recursos, pero que transforman al paciente en
mercancía, desmantelan los mecanismos de solidaridad y alejan a las comunidades
pobres de sus beneficios, a costa de la salud y de la vida.
Si bien la agroindustria cafetera
resulta relevante en Caldas, la economía en la subregión también presenta
profundas barreras de movilidad y conectividad rural, en especial para las
zonas rurales más alejadas de la troncal de occidente. El cambio climático y la
centralización de los presupuestos en el ente Nacional, sumada a la precariedad
de los recursos municipales, permiten inferir el paulatino deterioro de la red
terciaria en la subregión, y con ella la afectación de la movilidad y por lo
tanto las pérdidas en la economía rural.
El mantenimiento de esta red vial, cuesta entre $500 y $1000 millones por año y
por municipio.
En lo ambiental, el eje cafetero y
con mayor razón esta subregión, es un gran jardín donde la cobertura forestal
supera el 50% del área territorial y las zonas de uso agropecuario cerca del 40%, resultando las zonas pobladas con
menos del 5%. Aunque los centros
poblados son una fracción mínima reducida, también son los mayores vectores de
contaminación del territorio. En Marmato, la actividad minera ha sido
históricamente el primer escenario de afectación paisajística y de
contaminación severa de aguas. Allí, además de las amenazas naturales propias
del trópico andino, la mega-minería que amenaza los ecosistemas andinos y el
agua en toda la alta cordillera, hace lo propio
con el patrimonio cultural del occidente caldense en Marmato – Riosucio.
En esta nueva sociedad del
conocimiento, la estructura del empleo ha cambiado: ya no depende de
habilidades manuales y de fuerza muscular, sino de competencias sociales e
intelectuales. La profunda crisis de valores y del empleo, se relacionan con un
modelo educativo anacrónico y aburrido que no desarrolla el talento humano y
con el bajo nivel de escolaridad que en la ciudad apenas supera los 10 años y
en el campo los 4 años. Además de priorizar ciencias, matemáticas y lenguaje,
deberán tener similar relevancia las humanidades, el arte, la cultura, la
música y el desarrollo del cuerpo. Igualmente, el currículo deberá
contextualizarse con una oferta que exprese la identidad cultural de la
provincia y se fortalezca con las TIC[12].
3.
ESTRATEGIA DE INTERVENCIÓN
3.1.
Fase prospectiva
Evidentemente, se trata ahora de
presentar los escenarios deseados para dar respuesta a las problemáticas
socioambientales de la subregión y aprovechar su potencial natural y cultural.
La problemática socioeconómica:
Urge priorizar la formación de
capital social sobre el crecimiento
económico, para fortalecer la paz, la solidaridad y la ruralidad en el
territorio. Ni se ha saldado la deuda histórica con los grupos étnicos, ni se
aprovecha su enorme potencial cultural
en beneficio propio, de los habitantes del territorio y de la caldensidad como
aporte al proyecto de Nación.
La problemática socioambiental
obliga a un nuevo modelo educativo que haga viable la generación de empleo, la
reconversión productiva del sector agropecuario, y las estrategias de CT&I
y Cultura para cerrar la brecha de productividad.
La profunda crisis de valores y
del empleo, se relacionan con un modelo educativo que no desarrolla el talento
humano y con el bajo nivel de escolaridad. Además de priorizar una educación
propia, debe tener relevancia la educación orientada al contexto
socioambiental del territorio.
Deben re-emprenderse las acciones
para la declaratoria de Salamina como Patrimonio de la Humanidad, en el marco
del PCC, e impulsarse desde Asofelisa el aprovechamiento del corredor del Cauca
como nodo logístico para un puerto seco y para el impulso de industrias
químicas de base minera.
La problemática ambiental:
Aunque los centros poblados son
una fracción reducida del territorio, también son sus mayores vectores de
contaminación. El caso de Marmato,
obliga a acciones y consideraciones
estructurales. La mega-minería amenaza
los ecosistemas andinos y el agua en toda la ecorregión, además del patrimonio
cultural del occidente caldense. La minería ilegal, igualmente amenaza las
terrazas del Cauca y con ellas la pérdida de la banca del ferrocarril,
fundamental para el Tren de Occidente.
Como principio debe plantearse que
mientras el oro y el carbón como
recursos pueden ser explotados, el
agua y la biodiversidad son un patrimonio que debe preservarse. Urge el ordenamiento de las cuencas, como
acción de adaptación al cambio climático, para asegurar el suministro de agua potable
y preservar los frágiles ecosistemas.
A continuación los objetivos que
permiten configurar los escenarios deseables, de conformidad con esta visión de
las problemáticas y potencialidades del territorio.
1) Un objetivo común debe ser la
construcción de un territorio de paz, multiétnico, pluricultural, de
participación y convivencia, lo que obliga a construir acciones estructurales
para una solución al tema del conflicto armado,
2) Debe abordarse un plan para
lograr la consolidación de ese territorio, como una región integral y
sostenible, partiendo de estrategias de desarrollo agrario, minero y turístico,
ajustadas a su vocación.
3) Habrá que soportar en los
elementos de la cultura, el necesario posicionamiento de una producción
integral y sostenible de bienes y servicios ambientales, con identidad propia.
4) Se deben implementar procesos
de participación ciudadana con presencia efectiva de las comunidades de base,
para la construcción de región y el ordenamiento del territorio.
4) Parece conveniente fortalecer a
Asofelisa como gestor de la integración social, cultural, económica y política
de los actores estratégicos del territorio para
la construcción social de la región.
4) Deben desarrollarse procesos de
crecimiento económico sostenible, a través de la agroindustria y de la
producción rural, de cara al
autoabastecimiento y a las exportaciones.
5) Se requiere Impulsar procesos
culturales, educativos y de la ciencia y la tecnología, apropiados y con énfasis en medio ambiente, mediante
alianzas entre universidades, organizaciones sociales, gobierno y empresas para
el desarrollo.
6) Finalmente, resulta necesario
orientar la gestión forestal, su uso y conservación, priorizando
la disponibilidad del patrimonio hídrico y la biodiversidad, generando
conciencia sobre su importancia.
3.2.
Vocaciones[13]
La Subregión noroccidental
caldense, es reconocida desde la Colonia por su vocación minera asociada a su
enorme potencial aurífero: en el Siglo XIX cuando la Nueva Granada generaba
cerca del 40% del oro del mundo, Quiebralomo aparecía como la primera mina del
orbe. Igualmente, la Misión Boussingoult (1822-1836) al centrar su interés en
el oro y la plata de Marmato, Supía y Riosucio, subraya ese carácter del
territorio. Hoy frente a la amenaza de desmantelar el patrimonio material e
inmaterial de Marmato, la propuesta debería ser una apuesta por una minería
artesanal y limpia, nutrida de los íconos de la cultura Umbra levantados por
los etnógrafos Guillermo Rendón y Anielka Gelemur, incorporados en su valor
agregado. Este enfoque que no recogió el Plan Minero de Caldas, obliga a
replantear las actuales políticas mineras del departamento y del país, orientadas a
fortalecer la megaminería.
De otro lado, las principales
opciones agropecuarias del noroccidente, de conformidad con lo consignado en el
balance de los principales renglones del sector productivo señalados, parecen
ser la caña papelera, el café, el plátano y los productos de pan coger. Si bien
el café como tal responde a un modelo agroindustrial, la caña panelera y los
cafés especiales pueden avanzar en otro escenario productivo, como lo es el de
la producción rural y artesanal, tema que obliga a subsanar las deficiencias de
las políticas sectoriales centradas en
la agroindustrial y opacas al desarrollo rural.
Como fundamento, mientras la
agroindustria se debe fortalecer implementando la metodología de los clúster,
la producción rural y artesanal obliga a estrategias diferentes, que empiezan
por la organización de los pequeños productores y el control y desarrollo de
cada eslabón de la cadena productiva, pasando por la incorporación de valor
agregado con identidad cultural y la certificación de los diferentes procesos;
todo esto, debe incluir el apoyo institucional y el fortalecimiento del tejido
social.
La
nutrida presencia de comunidades indígenas y afro que permiten reafirmar
la mayor proporción poblacional de estas etnias en Riosucio, Supía y Marmato,
de un lado, y el valor estratégico del Paisaje Cultural Cafetero como
instrumento de desarrollo integral de la ecorregión cafetera, centrando el
interés en Salamina como atractor estratégico, del otro, son dos factores
fundamentales que hacen viable el fortalecimiento del bioturismo en la
subregión, partiendo de elementos estructurales tales como el Carnaval del
Diablo, el Encuentro de la Palabra y el Encuentro de Escritores Danilo Cruz
Vélez, amén de Ferias y jolgorios ya mencionados.
Esta agenda deberá partir del
reconocimiento de las comunidades étnicas, de un programa de redistribución de
tierras y ampliación de resguardos, de educación propia y valoración de la
etnomedicina, e inclusión de otros valiosos activos culturales como la cultura
Umbra.
Adicionalmente, la convergencia de
vías principales en la Felisa: el Tren de Occidente y el ramal sur de la
Autopista de la Prosperidad, ambas en curso, además de la carretera de
Occidente (1939) y de la Transversal de Caldas fortalecida por el Plan 2500,
como principales corredores de conectividad de la Subregión, facilitan el
desarrollo de un nodo logístico y un escenario propicio para industrias
químicas de base minera, implementadas a partir de algunos de los perfiles de
proyectos propuestos para Caldas por Gabriel Poveda Ramos: es el caso del
carbón licuado transformando productos de los yacimientos del Carbonífero de
Antioquia que se extienden desde Riosucio por Quinchía y Caramanta, aún por
evaluarse.
3.3.
Plan de acción
La Etnografía Caldense, compuesta
por mestizos y blancos (93,16%), amerindios o indígenas (4,29%) y por negros o
afrocolombianos (2,54%), muestra en el alto occidente una subregión panelera y
minera, que es reconocida como tierra de resguardos y negritudes: en el oro de
Marmato, Supía y Riosucio existe más novela y poesía que en el café.
También comprende, en el territorio
de La Merced y Filadelfia, un fragmento del Paisaje Cultural Cafetero que exige
articular estrategias de desarrollo a partir de Salamina, como principal
referente patrimonial de la arquitectura vernácula de la colonización
antioqueña, en la zona cafetera colombiana, para aprovechar la declaratoria de
Patrimonio de la Humanidad, hecha por la Unesco.
Para la construcción participativa
de una agenda de desarrollo, las propuestas en la dimensión social, podrían focalizarse en el contenido de dos
subsistemas, así:
A) Subsistema Socio – Cultural
Capacidades en desarrollo humano:
programa de educación propia especialmente en Riosucio y Supía para las etnias
indígenas, y en Supía y Marmato para las afro, y una reforma educativa que
desarrolle el talento humano y que se contextualice con las características
naturales y culturales del territorio.
Competencias para el desarrollo:
Implementar programas de Ciencia y Tecnología, imbricados en la cultura local,
para cerrar la brecha de productividad en la ecorregión a partir de la
transformación de sus recursos naturales y culturales. La Escuela de Minas de
Marmato, la Escuela de Artesanos del
Bahareque en Salamina y una Escuela de Artesanos Embera en Riosucio.
Acceso a oportunidades de
desarrollo: reconocimiento de los grupos étnicos indígenas y afrodescendientes
ancestrales y desarrollo de un programa de ampliación de tierra en resguardos y
de áreas mineras y tierras de cultivo para dichas comunidades afrodescendientes
e indígenas, preestablecidas.
Identidad y apropiación:
Fortalecimiento de la identidad cultural y el rescate del patrimonio material e
inmaterial de las comunidades indígenas y afro de Riosucio, Supía y Marmato.
Fortalecer el sentido de pertenencia y empoderamiento de los procesos de transformación
del hábitat mediante una planificación participativa que propenda por
la construcción social del territorio. Liberar el territorio de las
consecuencias nocivas de un eventual enclave minero, haciendo viable una
minería artesanal, limpia y de valor agregado. Trazar mecanismos para
fortalecer los productores artesanales de panela y café, blindándolos de los efectos de los
TLC, y de las consecuencia de las políticas agrarias que exponen la economía rural.
B) Subsistema Institucional
Político
Gobernabilidad: Mejorar las
condiciones y capacidades locales para tomar las mejores decisiones propias, y
mantener el rumbo del desarrollo.
Gobernanza: Fortalecer el tejido
social promoviendo el desarrollo de las organizaciones de la sociedad civil y
el liderazgo colectivo en las comunidades locales.
Autoridades Ambientales: Redefinir
el modelo general de ocupación del territorio con criterios ambientales y
sociales, para resolver los conflictos entre uso y aptitud del suelo, e
implementar programas de reconversión productiva y planes de manejo ambiental,
con el concurso de los actores estratégicos del territorio.
Análisis de actores: El sector
minero debe organizar a los pequeños mineros y viabilizar la minería artesanal;
el sector gubernamental debe crear el distrito minero de occidente y con el
concurso de la academia, articular los distritos agroindustriales a las
principales opciones agropecuarias del territorio, pero de cara a las
organizaciones de pequeños productores y no de los PEI escolares; el sector
cafetero debe viabilizar la producción de cafés especiales, certificados
ambientalmente y fortalecer la diversificación; el sector panelero debe
reestructurarse como organización y en sus aspectos tecnológicos; el sector
turístico debe impulsar los programas de su oferta en el marco del Paisaje
Cultural Cafetero y del calendario de fiestas y jolgorios locales, el sector
cultural, debe propender por el desarrollo de la identidad y de los íconos
culturales.
Manizales,
07-10-2013.
* Profesor de la Universidad
Nacional, Socio de la SMP de Manizales y Miembro del CROT de Caldas.
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[2] Documento “Caracterización
De La Comunidad Afrocolombiana En Caldas”,
Convenio Gobernación De Caldas
–
Corporación Colombia
Actuando. Documento suministrado por la S.P. de la G. de Caldas, sin fecha.
[4] El Espejismo de Marmato,
por Alfredo Molano Bravo/ Especial para El Espectador. 01/10/2011. http://gduquees.blogspot.com/2011/10/el-espejismo-de-marmato.html
[5] Carta estadística de Caldas 2010-2011.
Secretaría de Planeación. Gobernación de
Caldas
[6]
El Departamento de Caldas frente a los objetivos de desarrollo del milenio.
Documento UAM-PNUD-DNP, en: http://www.pnud.org.co/img_upload/33323133323161646164616461646164/El%20Departamento%20de%20Caldas%20frente%20%20a%20los%20Objetivos%20de%20Desarrollo%20del%20Milenio.pdf
[7] Análisis de la agroindustria
caldense y sus Perspectivas de desarrollo. Cardona C.A.; Orrego C. E. Tamayo J.
A. U. N. de Colombia, Manizales, 2010.
[8] Temas cívicos para
agendas de desarrollo regional, en: http://www.bdigital.unal.edu.co/724
0/
[9] Cátedra Manuel Ancízar.
Tierra y Territorios en Colombia. Sesión 11: Globalización, libre comercio y
desarrollo
Rural.
Universidad Nacional de Colombia.13 de mayo 2011.
[10] Con relación al PIB
departamental, Manizales genera el 71%, Chinchiná el 4,2%, La Dorada
3,3%,
Villamaría 2,2% y Anserma 2%. IRDH Eje Cafetero, PNUD -CRECE.2004.
[11] Los programas de
prevención de la drogadicción, la exclusión, la delincuencia y la violencia de
género, deben entrar.
[12] Un nuevo modelo educativo,
en: http://godues.wordpress.com/2013/06/12/
[13] Un territorio forjado
en oro y café, en: http://godues.wordpress.com/2013/09/30/