Jorge Alberto Gutierrez
Contrató la Administración Municipal, con financiación de Findeter, a la compañía inglesa Atkins, con el objeto de diseñar el "Master Plan" de Manizales, el cual consiste palabras más, palabras menos, en identificar de todos los proyectos que se cuecen en la actualidad, aquellos que contienen el mayor potencial para un desarrollo económico sustentable, sostenible e integral de la ciudad.
En la rueda de prensa que se convocó para la entrega de un primer borrador de discusión, preguntaron los periodistas en representación de los intereses de Manizales, acerca del alcance de esos proyectos y cuál debería ser su prioridad; la respuesta sencilla y llanamente fue: El Aeropuerto del Café y la recuperación del Centro Histórico de la Ciudad.
Se analizaron el Kilómetro 41, la zona Franca Andina, la renovación de San José, el sector de Palogrande con sus campus universitarios, el estadio y las canchas deportivas, entre muchos otros, pero las inquietudes de los asistentes se centraron expresamente en los que por vocación tendrían la responsabilidad de jalonar en primera instancia, el desarrollo; fueron estudiados todos ellos, con visión de integralidad, es decir, que se rebasaron los conceptos meramente puntuales: Zona industrial, aeropuerto, patrimonio republicano, para ubicarlos en contextos mayores: Ciudadela industrial, Región centro sur del departamento, o la centralidad urbana de esta misma región.
- ¿A qué distancia quedan los aeropuertos de las grandes ciudades?, preguntó un interesado,
- A una hora u hora y media fue la respuesta,
- Nosotros tenemos uno en Pereira a la misma distancia continuó la voz, y el de Palestina cuesta mucho, acotó.
Utilizando la dialéctica familiar en las reflexiones de Mario Calderón Rivera, el representante de Atkins hizo al auditorio la siguiente pregunta:
- ¿Cuánto les costaría a Ustedes no hacerlo?,
- ¿Han dimensionado las oportunidades de desarrollo que conlleva para Manizales y la región este aeropuerto?
Efectivamente, se hará con el acompañamiento de Findeter un estudio encargado de poner en blanco y negro, los costos que representaría para nosotros no construir el tan ansiado aeropuerto, el atraso, por la no consolidación de la región centro sur del departamento, las oportunidades perdidas para la agroindustria, el turismo y todos los sueños que semejante despropósito podría frustrar.
Lo mismo pasó con el Centro Republicano valorado por estos expertos, venidos desde el Reino Unido a unas tierras que en tiempos pretéritos habían ayudado a forjar, cuando trajeron los cables aéreos y las locomotoras, y quienes leyeron en esa historia de cultura precoz, que a nosotros por el contrario se nos hace desueta; un potencial capaz de situar a Manizales en los destinos del mundo y de recuperarle la dignidad que ha estado a punto muchas veces, de empezar a hacerse agua.
No son solo los edificios de volutas y capiteles corintios los que reclaman atención, es el Centro todo, que debe ubicarse en el siglo XXI como el referente institucional, cultural, lúdico, turístico y empresarial por excelencia, con los funcionarios, sus consortes y su prole, los estudiantes y los forasteros, los intelectuales, y los artistas, los empresarios y los emprendedores, habitando y gozando en espacios construidos dentro de los límites originales, producto del trazado inicial de la ciudad, su regreso además, "provocaría" una movilidad racional luego del caos actual, producto de la diáspora que originó una malentendida modernidad.
Vale la pena hacer un alto para pensar en la necesidad urgente de planear el desarrollo inmobiliario en sectores aledaños al Centro, como Hoyo Frío, pues de ellos depende la recuperación del Escenario Republicano. Hoy, debido a la falta de normas actualizadas, al auge constructivo y a la necesidad de vivir en el Centro, se está edificando de manera irracional, sin consideraciones urbanas de ninguna clase, como las que atañen a la movilidad o el espacio público, lo que a la postre puede frustrar toda posibilidad de su recuperación, con la consecuencia nefasta de perder una oportunidad que está allí reclamando su puesto, desde la segunda mitad del siglo IXX.
Hay signos inequívocos de que se ha iniciado un movimiento importante por llevar a la realidad estos proyectos: La construcción por el Banco de la República del Centro Cultural más moderno del país, después de la Luis Ángel Arango de la ciudad de Bogotá, el Plan Parcial de la vieja fábrica de Única destinado a la construcción de un gran complejo habitacional, la Asociación Centro Histórico, el compromiso del presidente Juan Manuel Santos de aportar dineros de la nación para el Aeropuerto del Café, lo mismo que el gobernador Julián Gutiérrez con el producto de la venta del aeródromo La Nubia, por estas razones y por muchas más, parece que el futuro puede estar más temprano que tarde al alcance de la mano.
Fecha de publicación:
Lunes, Marzo 31, 2014
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